Meditaciones

Un pequeño {pero profundo} pensamiento.

Reflexión…

Jamás, jamás se glorificará a Dios si se cree que para ser salvo depende de mi «decisión» o «libre albedrío» ; Jamás se glorificará a Dios si creo que para obtener la bendición de Dios debo «pactar» mi dinero con Dios (Lo mismo que hacía la iglesia romana en el siglo XVI con las «indulgencias»); Jamás se glorificará a Dios si descuido el estudio y meditación de la Palabra de Dios, manteniendo una triste ignorancia por las doctrinas básicas y gloriosas del cristianismo y en su lugar predico o enseño mis concepciones, opiniones o alegorías; Jamás glorificaré a Dios si asiento o permanezco en una posición neutral con respecto a este falso evangelio por temor a los falsos apóstoles, profetas y pastores.

«Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, porque no seáis participantes de sus pecados, y que no recibáis de sus plagas» Apocalipsis 18:4

Nota para mí:

Glorifico genuinamente a Dios cuando reconozco el miserable estado en que me encontraba (un rebelde muerto en delitos y pecados) y que si no fuese por Su Gracia  sobre mí, jamás hubiese respondido en Fe y Arrepentimiento.

Glorificaré a Dios cuando entiendo que  la mismísima Salvación, es una obra de Gracia y Total Amor que depende de la  Elección del Padre, la Redención del Hijo y la aplicación y Poder del Espíritu Santo sobre mi vida.

Glorificaré a Dios cuando comprendo que jamás podré hacer algo para merecer la bendición de Dios, por lo tanto, la recibo con total pobreza de espíritu al regocijarme en Su Bendición incondicional para los suyos.

Glorificaré a Dios cuando entiendo que la Palabra de Dios (los 66 libros de la Biblia) es única, eficaz, suficiente y eficiente para toda mi vida; Útil para enseñarme y exhortarme a mí y a los que me rodean.

Glorificaré a Dios cuando vivo en total oración y devoción en el lugar secreto.

Glorifico a Dios cuando no hay mayor anhelo que estar en una comunión íntima con el Dios Trino.

¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
Mi carne y mi corazón desfallecen;
Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

Salmos 73:25-26

 

2 comentarios en “Un pequeño {pero profundo} pensamiento.”

  1. Aveces es dificil entender que por su gracia y misericordia es que somos salvos, y que si no fuera por ello estariamos completamente perdidos sin importar lo que hagamos.
    El reconocer lo vil que es nuestra naturaleza humana es lo que nos ayuda a vivir en humildad y obediencia a Dios y no el creernos hijos del rey dueño del oro y la plata.

    Muy buena reflexion

    Como dice la escritura » A El sea la gloria por los siglos de los siglos»

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